La Taha en el arroyo Cuevas

Un vecino le comunicó a la Taha la existencia de una construcción antigua en sus tierras, en el arroyo Cuevas, cerca de Benagalbón, y un equipo ha acudido a investigar de que se trataba.
Después de desbrozar el espacio indicado, que estaba cubierto de vegetación casi por completo,dejamos al descubierto un sistema tradicional de la zona para aprovechar las aguas subterráneas, procedentes de la cultura andalusí y que se han mantenido en activo, con continuas remodelaciones y adecuaciones, hasta los inicios de la segunda mitad del siglo XX.

 

 Se trata de una estructura semicircular de ladrillo enlucido, con un pocillo de decantación, y una alberca anexa.


La agricultura alcanzó un gran desarrollo en al Andalus (siglos VIII-XV):  http://es.slideshare.net/Bezmiliana/la-alqueria


Y en muchas cañadas se mantienen restos arqueológicos de las instalaciones y sistemas de agua que permitía la agricultura en las abruptas laderas del que fue el Reino de Granada: http://es.slideshare.net/Bezmiliana/alquerias-y-despoblados-medievales-en-la-axarquia-y-en-los-montes-de-malaga 







En el caso del Arroyo Cuevas los Repartimientos (tras la conquista cristiana) refieren la existencia en su ribera izquierda de un poblado andalusí llamado Almacharejo.
La gente del entorno refiere que en la parte superior de su cuenca había una preciosa alcubilla (estructura de ladrillo formando cúpula, con foso de decantación y puerta de cerramiento) con una sala subterránea y un  qanat (galería para canalizar aguas subterráneas) de varios metros.

La construcción en 2014 del carril de acceso a un cortijo en ruinas (que probablemente ocupe el asentamiento de la antigua Almacharejo) sustituyó el qanat medieval por un tubo que vierte el agua a una gran alberca de hormigón cubierta con maderas.

No es el único destrozo en el arroyo Cuevas.

La urbanización La Zenaida ha construido viales y edificios a media ladera, y todas sus aguas pluviales vierten al pequeño cauce del arroyo Cuevas, que ha pasado a tener toda su cabecera impermeabilizada, aumentando la violencia de las arroyadas por lluvia y provocando daños en las fincas agrícolas que aún se mantienen en los tramos inferiores.